Todo cambio conlleva situaciones de stress, sea positivo o negativo. El “impacto emocional” de una desvinculación laboral puede asociarse con la pérdida de la dignidad, la falta de confianza, la ansiedad, la desesperación y la depresión, o convertirse en una oportunidad única para “reinventarse”.
El coaching es una herramienta concreta que nos ayuda a atravesar estos procesos, nos permite contactarnos con esta nueva realidad y nos ayuda a desarrollar nuevos aprendizajes para formular nuevas estrategias.
Durante las sesiones, el coach acompañará con su escucha a liberar la presión acumulada y juntos –coach y coachee- trabajarán en las herramientas conversacionales necesarias para diseñar un plan de acción hacia la reubicación que acerque a la persona a un nuevo objetivo.
Un plan de reinserción laboral-profesional podrá enfocarse en algunas de estas alternativas:
- Definir un paradigma profesional ajustado a la realidad de mercado y a las habilidades adquiridas
- Aprovechar la ocasión para revisar las competencias individuales. Analizar y redefinir el CV
- Desarrollar habilidades conversacionales para preparar una red de contactos
- Implementar y acotar la búsqueda. Preparar y entrenar para las entrevistas
- Apoyar en la transición del nuevo empleo
O bien a comenzar a trabajar en el desarrollo de un proyecto personal.
“Si usted trabajaba 40 horas por semana ahora tiene 40 horas por semana para trabajar en la búsqueda de un nuevo empleo o de un nuevo paradigma”